jueves, 17 de septiembre de 2015

PRÓCERES DE HONDURAS



Dionisio de Herrera

Fue electo Jefe de Estado por cuatro años por la Asamblea Constituyente reunida en Cedros, y como Vice jefe, José Justo Milla. Nombro a Francisco Morazán Secretario General . Juró la Constitución Federal. Dividió el territorio hondureño en 7 departamentos.


Creó la primera Corte Suprema de Justicia y el primer Escudo de Armas. Promulgó la primera Constitución Política del Estado de Honduras.

Chocó con el Presidente Federal Manuel José Arce por haber éste aceptado ilegalmente la renuncia del Vicejefe Justo Milla y convocado a una nueva elección de Jefe de Honduras. Arce, y el Vicario José Nicolas Irias, de Comayagua, conspiraron en contra de Herrera y del último llegó hasta excomulgarlo y trató de asesinarlo. Justo Milla, con el apoyo de Arce, invadió a Honduras desde Guatemala, y sitió y prendió fuego a Comayagua.

El traidor español Antonio Fernández, Comandante de la Plaza, capituló, y el Jefe Herrera fue apresado y conducido a Guatemala.




Jose Trinidad Cabañas



José Trinidad Cabañas nació en Tegucigalpa el 9 de junio de 1805. Sus padres fueron don José María Cabañas Rivera y doña Juana Fiallos y su esposa; la señora: Petronila Barrios. Sus estudios los llevó a cabo, en el Colegio Tridentino de Comayagua. Por voluntad de su padre, el joven José Trinidad ingresó al servicio militar bajo el mando del general Francisco Morazán en 1827. Su primera experiencia militar fue precisamente durante ese primer año en la batalla de La Trinidad el 11 de noviembre. A partir de ese entonces se convirtió en un líder político y militar que le llevó a ejercer la Presidencia de Honduras de 1852 a 1855.


Cabañas fue un defensor de las ideas liberales y del unionismo centroamericano; Ingresó al ejército de la República Federal de Centroamérica y fue lugarteniente del Gral. Francisco Morazán, llegando a ser general del Ejército federal. Combatió en numerosas batallas durante las luchas internas de la Federación Centroamericana, destacándose en las batallas de El Espíritu Santo, el 6 de abril de 1839 y de San Pedro Perulapán el 25 de septiembre de 1839, en territorio salvadoreño. Tras la derrota liberal en 1840 se exilió en Panamá junto con el general Morazán. Después de la muerte de Morazán, en Costa Rica, el Gral. Cabañas regresó a El Salvador donde vivió por varios años. Colaboró en el gobierno de los presidentes salvadoreños Eugenio Aguilar y Doroteo Vasconcelos.
Fue amigo leal de Francisco Morazán, cuando este es fusilado en Cartago el 15 de Setiembre de 1842,Cabañas incrédulo y triste al escuchar la noticia dice lo siguiente: "No es posible a nosotros nos pueden fusilar, pero al general Morazán no... ese sería un crimen hacia Centroamérica.




Jose Trinidad Reyes


De las entrañas de la tierra, un enero de 1835, emergió un feroz rugido que todo lo sacudió. Repentinamente una lluvia de polvo comenzó a caer sin tregua sobre Tegucigalpa, el sol desapareció y la oscuridad cubrió la ciudad. ¡Es el fin del mundo! ¡El día del juicio final! gritaba la gente, corriendo despavorida hacia los confesionarios en las iglesias, con candelas de pino en la mano para no atropellarse en aquel tropel de pánico. Los sacerdotes tampoco sabían qué hacer ante semejante tumulto de pecados por absolver. Pero entre el escándalo y los golpes de pecho, un cura de negra sotana, mestizo de mediana estatura, labios burlones y piadosos, con la voz enérgica de la razón impuso calma y dijo a la multitud: "No se aflijan ni den escándalos; no es el día del juicio, sino un volcán cercano que ha hecho erupción; el peligro ha pasado y el polvo dejará de caer dentro de poco tiempo". Era José Trinidad Reyes, presbítero hondureño que entrelazó el ejercicio del púlpito con las artes, el cultivo y enseñanza de las ciencias, y una militancia política del lado de las ideas más liberales, por las que fue perseguido y detenido en alguna ocasión. Aquel afán civilizador del padre Reyes dejó a Honduras su primera Universidad (la actual Universidad Nacional de la que Trinidad Reyes fue su primer rector en 1847), y la herencia de una importante tradición teatral todavía presente entre nosotros.
Pese a esto, la vida y obra de Trinidad Reyes son poco conocidas y pobremente divulgadas entre las nuevas generaciones. Su retrato y su nombre sólo se miran en los murales que los niños de las escuelas construyen todos los años cuando llega el 15 de septiembre, fecha de la independencia de Centroamérica. Entre ribetes de color azul y blanco aparece el padre Reyes junto a otros importantes personajes de la Independencia. (Es curioso que los héroes de hoy fueron los villanos y sediciosos del ayer, algunos incluso asesinados, como Francisco Morazán -y Sócrates- por perturbar la moral y corromper al pueblo con sus ideas). En esas fechas suele haber tanto ruido de tambores y trompetas que pocos maestros se toman la tarea de explicar, a los niños y jóvenes, el significado que las vidas de esos personajes de los murales tienen para nuestro presente. Es lo que ha ocurrido sobre todo con José Trinidad Reyes.


Jose Cecilio del Valle


Nació en Choluteca, Honduras, ciudad del Pacífico, que goza del riente a cantar de su río impetuoso y manso, el 22 de noviembre de 1780. Hijo de José Antonio del Valle, linajudo, de las principales familias de la península. Son los tiempos de obscurantismo en Centro América. No exige la escuela popular, apena está el Colegio Tridentino de Comayagua, donde se cursa estudios superiores.


Los padres de José Cecilio, deseosos de educar a su hijo de la mejor manera y, no encontrando en Honduras un centro adecuado, se trasladaron a Guatemala en 1789; habiendo cursado sus primeros conocimientos en la Escuela de Belén. Por ese tiempo, Guatemala, recibía la provechosa influencia de las nuevas corrientes filosóficas, políticas y sociales, que produjeron una verdadera revolución en las ideas que anteriormente se tenían a cerca de los hombres y de las cosas de la vida y las concepciones mentales del hombre.
Estudió Filosofía, Derecho Civil y Canónico en la Universidad de San Carlos, en donde optó el Título de Abogado. Continúo sus estudios sobre Idiomas, Filosofía, Derecho, Economía, Ciencias Naturales, Políticas, Finanzas, Historia, Geografía, Matemáticas. Sin embargo, los conocimientos adquiridos no estaban exentos de la influencia desconcertante la de la Escolástica y la reverencial sumisión a la colonia.Ese ambiente forjó al Sabio Valle.


Su amor a las ciencias lo hacía buscar, investigar incansablemente en los libros, en los hechos y las cosas. Su espíritu investigador penetró en los estrados del conocimiento y su poderosa inteligencia lo llevó a cristalizar enseñanza, pensamiento y ciencia. Escribió sobre Matemática, Filosofía, Idiomas, Economías, Políticas, Derecho, Sociología, Estadísticas, Geografía, Historia Botánica, Mineralogía, Religión. Escritor y periodista, pensador y filósofo, economista y sociólogo, jurista y científico, profeta, y pragmatismo.Subió a la altura de los hombres más grande de los tiempos.En 1805 fue nombrado Diputado de la Comisión Gubernativa de consolidación; Censor de la Gaceta de Guatemala. En 1805 se le nombró Asesor del Consulado de Guatemala, Fiscal de Juzgado de los reales cuerpos de artillería e Ingeniería del reino; en 1808, Asesor de los Reales Cuerpos; en 1809 fue electo Diputado de la Junta Central de la Provincia; en 1812 fue nombrado catedrático de economía de cuyo estudios preparó un plan y programa; en 1813, nombrado Asesor de la Renta del Tabaco; en 1817, Fiscal de los Estados; en 1821, redactó el «Acta de Independencia», y , nombrado Miembro de la Junta Provisional Consultivas; en 1822, elegido Diputado del Congreso de México, Presidente del Congreso Azteca; en 1823, nombrado Secretario de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores de México en el Imperio de Agustín I ; Miembro de la Comisión Redactora de las Bases de la Constitución de México; Prócer de la Independencia Absoluta; en 1824, el Congreso Federal de Centro América, Miembro del Poder Ejecutivo de Centro América; en 1825, Diputado al Congreso Federal; en 1831, Ministro de Centro América que no ejerció por habérselo impedido la muerte.



General Francisco Morazán


El general José Francisco Morazán Quezada (Tegucigalpa,Honduras, 3 de octubre de 1792- San José, Costa Rica, † 15 de septiembre de 1842), fue un orador, escritor, militar y estadista centroamericano, miembro del Partido liberal:Presidente de la República Federal de Centroamérica (1830-1834;1835-1839); Jefe de Estado de Honduras (1827-1830),Guatemala (1829), El Salvador(1839-1840) y Costa Rica(1842).


La figura del general Morazán encarna el ideal unionista centroamericano. Además, es considerado uno de los jefes militares más importantes en la historia de América Central. Desde su aplastante victoria, en contra de las fuerzas del presidente Arce, dirigidas por el coronel Justo Milla en 1827, hasta su triunfo sin combate en Costa Rica en 1842, Morazán demostró ser un excelente estratega militar.


Por más de una decada, Morazán dominó el panorama político y militar de Centro América. Reconocido como un gran visionario, pensador, y político, Francisco Morazán intentó transformar a Centroamérica, en una nación progresiva por medio de sus reformas liberales. Pero lo atrevido de estos cambios para la época, originó en 1837; una revolución en Guatemala que culminó con el fin de la República Federal de Centroamérica.


Al final Morazán terminó siendo víctima de sus propios ideales. Sus ideas no se materializaron, por lo que gran parte del pueblo centroamericano acabó por abandonar la causa liberal. Esto favoreció a los conservadores, que habían sido desplazados del poder en 1829 y cuyos planteamientos terminaron por dividir a Centroamérica en cinco pequeñas naciones.



Lempira


Lempira (d. 1537) fue un capitán de guerra del pueblo de los lencas que luchó contra los españoles durante la década de 1530.
En los documentos escritos durante la conquista española, es mencionado con el nombre de Lempira.
Estatua de Lempira en el Municipio de Erandique.
En la versión tradicional, que se basa en la obra del cronista Antonio de Herrera y Tordesillas (Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y en tierra firme del mar Océano), Lempira, que significa "señor de la montaña" en idioma lenca, fue comisionado por En te pica para que organizara la resistencia a la penetración de las tropas españolas. En 1537, teniendo como base el cerro de Cerquín, se alió con el subgrupo lenca de los Cares. Consiguió reunir un ejército de casi 30.000 soldados, procedentes de 200 pueblos.



Otros grupos se alzaran también en armas en el valle de Comayagua, en Olancho. Los intentos españoles para derrotarles, dirigidos por Francisco de Montejo y su capitán, Alonso de Cáceres, resultaron infructuosos antes de 1537.


Herrera afirma que Lempira murió a traición. Los españoles lo convencieron para que aceptara encontrarse con dos representantes de Alonso de Cáceres para negociar la paz. Durante la reunión, un arcabucero disparó a Lempira repetidas veces desde un caballo, lo que puso fin a la vida del héroe indígena.


Pero hay otra versión, redactada en México en 1558 descubierto por Mario Felipe Martínez Castillo en el Archivo General de Indias de Sevilla. Esta documento trata del servicio de Rodrigo Ruiz en la conquista de Honduras con Francisco de Montejo y afirma que el capitan "El Empira" murió en combate con Ruiz en medio de un "guazavara" (algazara o batalla inesperada) y después, Ruiz le cortó la cabeza como prueba de la muerte de Lempira. En la crónica española llamada "Meritos y Servicios" se incluyen como testigos a Alonso de Maldonado y Catalina de Montejo.


La moneda nacional de Honduras recibió el nombre del caudillo, el lempira (código ISO 4217: HNL). También conmemora al héroe lenca la ciudad de Puerto Lempira, capital del departamento hondureño de Gracias a Dios, así como el ya citado departamento de Lempira.









SIMBOLOS


                             SÍMBOLOS PATRIOS DE HONDURAS


Escudo Nacional

Honduras como todos los países que fueron colonias españolas, utilizó los escudos de España, pero con la llegada de los pliegos de la Independencia, estos escudos fueron abolidos.  Por iniciativa de Don Dionisio de Herrera en su cargo como Jefe de Estado de Honduras, decretó la creación de un Escudo Nacional, el 3 de octubre de 1825. Es así como ahora tenemos nuestro propio escudo, el cual representa nuestra historia y la variedad de los recursos naturales que poseemos y los cuales debemos proteger y conservar.  Y fue así como el soberano Congreso Nacional en el decreto No. 16 y en el artículo 142; considera al Escudo como Símbolo Nacional para todos los usos, de modo claro y general.  Dado en Tegucigalpa, el 10 de enero de 1935, en el salón de sesiones del Congreso Nacional.
 



Bandera Nacional de Honduras

Después de 45 años de nuestra Independencia, fue que tuvimos una Bandera Nacional. Durante ese tiempo se utilizó la misma bandera que representaba a la República Federal Confederada.  Por decreto número 7 emitido por el Congreso Nacional de la República el 16 de febrero de 1886, se estableció nuestro pabellón nacional, el cual debe de constar de tres franjas iguales y horizontales, la superior y la inferior de color azul turquesa, y la del centro blanca, la cual lleva cinco estrellas del mismo color azul turquesa en el centro.  La Bandera Nacional es la representación por excelencia de la patria, y todos los hondureños debemos respetarla y venerarla. Decreto emitido por el Congreso Nacional de Honduras el 18 de enero de 1949.




El Pino - Árbol Nacional de Honduras

En Tegucigalpa, con fecha 14 de mayo de 1926, y con acuerdo No. 429, Se consideró que las riquezas existentes en el territorio hondureño, en todas sus formas, demanda de parte del gobierno, que se brinden medidas protectoras para su conservación y mejoramiento. Tomando en cuenta que El Pino (Pinus oocarpa ) o pino ocote representa el ejemplar de nuestra Flora Nacional, que más contacto tiene con los hondureños en todo el país, ya que es abundante y se aprovechan sus productos en múltiples formas. La protección que se da a los árboles y particularmente al pino, representa una medida necesaria a la conservación de ellos y provechosa a la cultura cívica de todos los habitantes.  Por tanto, se acordó: Declarar al Pino el Árbol Nacional de la república de Honduras.  Reglamentar debidamente el uso que haya de hacerse de él, para evitar las destrucciones innecesarias, ocasionadas por la tala o incendio de bosques. Implantar por medio de las autoridades de toda índole y de los centros de enseñanza, el hábito de poblar los bosques en general, haciendo la debida re-plantación de los árboles que como El Pino se aprovechan diariamente. Este acuerdo fue aprobado por decreto legislativo No. 48 el 4 de febrero de 1927.




El venado cola blanca

Como una medida para preservar nuestra fauna Nacional y sobre todo nuestro medio ambiente de la depredación desmedida, el soberano Congreso Nacional de la República emitió el decreto ejecutivo Nº 36-93 con fecha 28 de junio de 1993, el cual instituye como símbolo de nuestra Fauna Nacional el Venado Cola Blanca (Odocoileus virginianus). Este bello ejemplar de nuestra fauna habita en llanuras y sierras ricas en vegetación y se le puede encontrar donde quiera que existan vastos pinares; permaneciendo siempre fiel a la localidad donde por primera vez eligió; de preferencia se le ve en la noche y casi siempre lleva una vida solitaria.Este mamífero rumiante alcanza un peso promedio de 35 a 40 Kg tiene una alzada de 73 cm. medidos a la cruz, por 140 cm. de largo incluida la cola. Su alimentación es se basa en hierbas, hojas, renuevos, líquenes, musgos y hasta frutas.


Los machos poseen una cornamenta que periódicamente se les cae (cada año); tiene un olfato muy sensible y son magníficos nadadores. De las dos especies que habitan en nuestro país, el venado cola blanca es el de mayor tamaño, sus dos mayores enemigos naturales son el puma y el jaguar, además del hombre. Este servido, cuando levanta su singular cola, corre y da la señal de alarma a la manada.Todos los hondureños estamos comprometidos a proteger y conservar nuestra fauna nacional como un patrimonio invaluable. Respetemos la vida silvestre.

      





Guacamaya

La Guacamaya o Guara Roja ha sido seleccionada como símbolo de nuestra Fauna Nacional, según decreto ejecutivo Nº 36-93 emitido el 28 de junio de 1993 por el soberano Congreso Nacional.

La Guacamaya pertenece a la familia de las psitácidas y su nombre científico es: (Ara macao), su alimentación consiste en: néctar, raíces, frutas, nueces y cereales; habita desde México hasta Bolivia.La Guacamaya tiene todas las características de un loro común, con la singularidad de poseer en su plumaje colores muy vivaces como ser el amarillo, el rojo y el azul; tiene una cola muy larga y atractiva; su hábitat natural son zonas muy selváticas y en nuestro territorio generalmente habita en la Mosquitia, la longevidad de éstas aves es de aproximadamente 30 años, no hacen nidos pero sí ocupan huecos en los árboles muy altos; ponen de dos a tres huevos cada 28 días y forman parejas muy unidas de por vida.

En nuestra Honduras existen dos especies de Guacamayas: la Guara Roja (Ara macao) y la Guara Verde (Ara ambigüa), las guacamayas además de ser conocidas como guaras también se les conoce como papagayos o como lapas.



La Orquídea - Flor Nacional de Honduras

Por mucho tiempo nuestra Flor Nacional fue la Rosa, en un período comprendido entre (1946-1969). Pero fue tomado en cuenta que la Rosa no era originaria de Honduras, se derogó el Decreto Legislativo No. 17 de fecha 12 de enero de 1946.  Considerando que la Orquídea (Brassavola digbiana) es una flor autóctona de Honduras con características excepcionales de belleza, vigor y distinción, se decreta: Declarar Flor Nacional de la República de Honduras a la Orquídea (Brassavola digbiana) y así mismo dictar disposiciones pertinentes para la conservación en su estado y protección de los sitios donde se cultiva, el control de su comercialización, cultivo y conocimiento científico en los medios escolares.  Dado en Tegucigalpa, en el salón de sesiones del Congreso Nacional el 25 de noviembre de 1969.






Himno Nacional de Honduras

El Himno Nacional de Honduras fue compuesto por el músico Carlos Hartling y su letra fue escrita por el poeta Augusto Constantino Coello Estévez. El himno fue decretado como oficial, por decreto ejecutivo número 42 del 13 de noviembre de 1915.
En los actos oficiales, solamente se cantan el Coro, la VII estrofa y nuevamente el Coro.Durante 94 años Honduras no tuvo himno desde la independencia de 1821 hasta 1915.
El Himno Nacional de Honduras es el canto oficial de todos los hondureños en el que demostramos un sentimiento colectivo de amor, gratitud, lealtad y respeto hacia el país. Simboliza el alma de la patria. Antes de que se oficializara el actual himno se cantaron: “La Granadera” del Dr. Rómulo E. Durón “Himno Marcial” de José Antonio Domínguez “Una Salva Hondureños”, anónimo “Himno Nacional” de Valentín Durón “Himno Hondureño” de Félix Tejeda Ya desde 1904 el presidente Manuel Bonilla le pidió a varios escritores nacionales que redactaran himnos para escoger el que podría convertirse en el himno nacional, pero fue en el año de 1910, durante la presidencia de don Miguel Dávila, que se abrió el concurso para escribir la letra y la música del himno nacional, por iniciativa de los diputados Rómulo E. Durón y Ramón Valladares.
 El Congreso Nacional emitió el decreto número 115 para convocar al concurso que en 1912 fue declarado desierto ya que ninguno de los 10 trabajos que se presentaron cumplía con los requisitos exigidos.